Hacen falta aun muchos estudios para determinar cómo afectan las tecnologías a los más pequeños. Por tanto aún es pronto para potenciar o descartar el uso de las TIC en la educación. Durante los últimos meses he trabajado este tema a fondo y este texto te voy a mostrar los resultados de esa investigación.
Mi interés surgió en septiembre de 2019 cuando se retomó un debate en este aspecto. Al considerarme un apasionado de la tecnología propuse a Esperanza Calzado de Lacontradejaen, uno de los medios con los que colaboro, preparar un vídeo en el que presentar este tema. Ventajas e inconvenientes acerca del uso de la tecnología en las aulas.
Aquí te dejo el resultado.
Al investigar para tener contenido interesantes, lo que más me impactó fue el hecho de que:
“los directivos de Silicon Valley no dejan que sus hijos tengan móviles hasta los 16 años”
¿Cómo podía ser que esas personas que viven de la tecnología negaran el acceso a ella? ¿Significa eso que debemos prohibir la tecnología en las aulas?
Quizás en el vídeo no se profundiza tanto en el debate de dispositivos en la clase sí o no, pero lo que sí dejé claro es que las aplicaciones que usamos cada día están diseñadas para ser adictivas. Para que pasemos el mayor tiempo posible en ellas. Este hecho hace que no seamos tan capaces de concentrarnos mientras tengamos un móvil cerca. Además:
El tiempo pasó desde aquel vídeo y decidí profundizar más con experto a mi lado. En este caso invité a Darío Serrano al programa LuminisCiencia de Cadena SER. Darío ha dedicado una parte de su labor divulgativa y de investigación a estudiar cómo afecta la tecnología al aula. Tienes el programa aquí mismo:
¿Sabías que Sócrates se opuso a la difusión de la escritura por considerar que socavaría la capacidad de memorización de los jóvenes? ¿O que en el s XVI los monjes benedictinos salieron a la calle contra la mecanización de la escritura, ya que era su sustento?
De hecho, más recientemente, la llegada de la radio fue considerada una amenaza por muchos educadores. En 1936, la revista Gramophone publicó algo que os va a resultar muy cercano:
“la juventud de hoy en día ha tomado por costumbre dividir su atención entre la rutinaria tarea de cumplir con los ejercicios escolares y prestar atención a la llamada estimulante del altavoz”
La realidad ha cambiando, los hábitos e intereses de los más jóvenes también, ¿por qué entonces no cambiamos el modelo de educación? Un modelo, por cierto, que no ha cambiado cuando actualizamos el milenio.
Tenemos aplicaciones que podrían mejorar muchísimo la calidad de la enseñanza y que podrían usarse sin que un alumno tuviese que tener su propio móvil. ¿Por qué no utilizamos la ciencia de los datos para dar una enseñanza personalizada en las clases?
Otra de las tecnologías que más potencial tiene es el uso de la realidad virtual ¿no es acaso mejor vivir el Desembarco de Normandía que tener que estudiarlo?
No bastaría simplemente con introducir tecnología en las aulas que no generara problemas de adicción en los jóvenes o que les hiciera perder habilidades tan importantes como la creatividad. Creo que tendríamos que cambiar por completo nuestro modelo educativo y enseñar a aprender. Dado que nuestra nueva realidad nos fuerza a aprender continuamente.
Creo que está muy cerca el día en el que la primera frase de una clase será:
“Por favor enciendan sus móviles, comienza la clase”
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